Y NADIE LE CONOCIÓ
Cuantos gigantes desconocidos,
cuantos enanos en los escaparates,
para que le vean bien
lo poco que tienen que ver.
.oOo.
Yo soy el viejo poeta,
el añoso trovador,
uno más de los que escriben
buscando la perfección,
pero el olvido severo
no me rindió tal honor,
y en los caminos oscuros
nadie me reconoció.
Por eso tan sólo soy
un poeta del montón,
lleno de locura y versos
y que a nadie interesó.
Que yo pienso que fue así
y no existe otra razón,
cada cual, es cada cual,
por más que digamos no,
la suerte o la mala suerte
sólo depende de Dios.
Esto a mí nada me inquieta
y la verdad no me importa,
ser el poeta brillante
o el poeta de la sombra...
¿Reporta algo en la vida,
ser o no ser conocido,
o modera los escollos
para atajar el camino?
Tal vez sea la soberbia
de sentirse distinguido,
para aquellos fantasiosos
por su jactancia cautivos.
Algunos conozco yo
que se apasionan por ser,
en cambio a mí me da igual:
ser "Manolo" o "Don Manuel",
lo que quiero es resaltar
si es posible haciendo el bien.
De que no me reconozcan
en la tierra en que vivimos,
que me digan Don Fulano
o me llamen Fulanillo,
en mi vanidad no enlaza,
que de lo trivial me río.
A ver si en el otro mundo
siendo honesto como he dicho,
Dios me puede distinguir:
y me diga: ¡Manolillo!
aquí te presento el reino
de humildes y pequeñitos.
Y que exclame a sus electos:
"¡otro poeta sin trino!”
ahogado en el silencio
con sus poemas dormidos.
Otro “Don” nadie de abajo
con sus versos fallecidos,
¡Otra sombra de la tierra. . .
otro de mis escogidos!
.oOo.
-Manuel Cornejo Gonzalez-
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