EL MUNDO
soneto
Un árido país, nuestro poblado,
con la paz virtuosa embrutecida,
que en violenta pasión enardecida
se muestra todo un orbe destrozado.
Está el hombre de sombras enlutado
desespera la angustia que se anida,
una obscura región que Dios olvida:
y universo de amor, desamparado.
La inquietud por la tierra difundida
y el reposo a su vez abandonado,
la esperanza y la fe queda fallida.
¡Oh! malévolo mundo endiablado
que a tu paso deja el alma aterida
y al resto del planeta sepultado.
.oOo.
-Manuel Cornejo González-
|
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario